Los aficionados a la observación de aves están de enhorabuena. Esta semana, además de disfrutar de un alojamiento de calidad en Valdepeñas, vamos a visitar uno de los observatorios de aves menos conocidos, Las Navas de Malagón. Un espacio natural protegido en la provincia de Ciudad Real, con unas cualidades paisajísticas realmente únicas, que está conformado por tres lagunas de origen volcánico que se crearon en la edad pleistocena, que son conocidas con los nombres de La Nava Grande, la Nava de Enmedio y La Nava Chica, situadas todas a los pies de la Sierra de Malagón, en el término municipal de la localidad del mismo nombre. La más extensa de ellas ocupa un espacio de unas 60 hectáreas, con una profundidad máxima de 20 metros.
Se trata de lagunas estacionales, cuya salinidad es muy variable, una vez que depende de los aportes de aguas tanto superficiales como subterráneos, siendo este uno de los elementos que determina, además de su rareza y su gran vulnerabilidad, su importante diversidad biológica. Uno de los espacios que más nos llamará la atención cuando lleguemos a este lugar no muy alejado de nuestro hotel de cuatro estrellas en Valdepeñas, es la Nava Grande. Impacto por ser, como su propio nombre indica, la más grande de las tres lagunas, porque sus aguas duran más tiempo (ya hemos comentado que se trata de lagunas estacionales, por lo que los mejores periodos para la visita suelen ser el otoño y el invierno y comienzos de la primavera) y porque a su alrededor presenta un curioso anillo de tobas volcánicas.
Las aves, con las que abrimos este artículo, son el principal atractivo faunístico de Las Navas de Malagón, dado que en este espacio natural residen poblaciones de aves acuáticas ligadas a las zonas húmedas, lo que le ha valido la consideración de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). También cuenta con la consideración de Reserva Natural y de Lugar de interés Comunitario (LIC). Su capacidad de acogida de especies depende de los niveles de agua, por lo que es muy variable de año en año según la pluviosidad registrada y el agua almacenada.
Entre los ejemplares más destacados de aves está la malvasía cabeciblanca, especie que está incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. También son de extraordinario interés el zampullín cuellinegro, el zampullín chico, el pato colorado, el ánade friso, el pato cuchara, el fumarel cariblanco, el somormujo lavanco y el porrón común. Además, en la zona de cultivos contiguos viven interesantes poblaciones de aves esteparias que aprovechan este mosaico de productos como un lugar idóneo para su desarrollo. Sobresale la presencia durante todo el año del sisón, el alcaraván, el ortega y el aguilucho cenizo.
La vegetación hidrófila (que se encuentra total o parcialmente sumergida y se desarrollan en zonas acuáticas o húmedas como lagos, estanques, pantanos, orillas de ríos y deltas) nos permite encontrar comunidades subacuáticas más o menos halófilas en forma de praderas de carófitos, tapices de Riella helicophylla, madejas semiflotantes de Ruppia y alfombras flotantes de batráquidos y miriofilidos; vegetación helofítica de porte elevado, como carrizales de Phragmites australis y junciales de Scirpus maritimus; vegetación anfibia representada por juncales enanos y pastizales de Crypsis); y vegetación marginal propia de terrenos húmedos y encharcadizos que conforman juncales churreros, gramales ricos en tréboles, praderas halófilas de Puccinellia tenuifolia y pastizales de cebadilla marina).
Otras especies animales que podemos encontrar en este enclave natural, al que nos hemos desplazado desde la comodidad de nuestro hotel con spa en la provincia de Ciudad Real, son, dentro del grupo de los anfibios, la ranita de San Antonio y el tritón pigmeo, ambas especies catalogadas de ‘Interés Especial’ en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas, al que ya hemos hecho referencia antes. También existe la posibilidad, aunque para ello debe acompañarnos bastante la suerte, de ver algún ejemplar de lince ibérico. Entre los mamíferos destaca la presencia del conejo y la liebre. Por su carácter estacional, La Navas son alberga especies de peces ni de crustáceos.
