Una apuesta segura cuando se trata de disfrutar de unos días de ocio y descanso es la provincia de Ciudad Real, donde podemos alojarnos en un hotel de cuatro estrellas en Valdepeñas. Esta localidad, conocida como la Ciudad del Vino por su innegable relación con la DOP Valdepeñas, una de las productoras de vino más reconocidas internacionalmente, tiene mucho que ofrecer al viajero. Empezando por su Plaza de España, espacio de confraternización de los valdepeñeros y lugar curioso por los colores azul y blanco que lucen las fachadas de sus edificios.
En este espacio de encuentro, a no mucha distancia de nuestro alojamiento en Valdepeñas, se hallan la iglesia de la Asunción, cuyos orígenes se remontan a los siglos XII y XIII, siendo por aquel entonces parte de la fortaleza de los caballeros de la Orden de Calatrava y el Ayuntamiento, que ocupa parte del que fuera antiguo palacio del marqués de Santa Cruz.
También merecen una visita el Museo del Vino, donde conoceremos toda la tradición que gira en torno a la producción de esta bebida tan apreciada en muchos lugares del mundo; el Museo de los Molinos, ubicado edificio que sigue los patrones de la arquitectura manchega de los siglos XVI y XVII; o el Museo Municipal, tras cuyas puertas descubriremos una importante colección de arte contemporáneo.
Y finalmente, si nos gusta pasear. Desde nuestro alojamiento con encanto en Castilla La Mancha, podemos recorrer la conocida como Ruta de las Esculturas. Se trata de tres itinerarios diferenciados, pero que forman un todo único. Uno de ellos nos lleva por la obra más universal de la literatura española, ‘El Quijote’ de Miguel de Cervantes, a través de sus personajes y de algunas de las escenas más memorables de la obra. Otra nos acerca a aquellos momentos históricos que han marcado la vida de los valdepeñeros, como la invasión de las tropas de Napoleón o la riada sufrida el 1 de julio de 1979. Y una más, nos permite viajar por la vida de algunos vecinos ilustres de la villa.
A las afueras está el enclave arqueológico del Cerro de las Cabezas, un poblado íbero muy bien conservado. Además, en el entorno hay dos Parques Nacionales, el de Cabañeros y el de Las Tablas de Daimiel; y un Parque Natural, el de las Lagunas de Ruidera.
En un artículo anterior nos acercamos, a no mucha distancia de nuestro alojamiento en el centro de Valdepeñas, a conocer el Parque Minero de Almadén, donde tenemos una de las minas más antiguas del mundo. Iniciamos nuestro recorrido por el Centro de Visitantes, donde disfrutamos de la singular obra con mercurio de Javier Velasco. Pasamos luego al Centro de Interpretación de la Minería y a los Museos del Mercurio y del Hospital de los Mineros.
Toca ahora convertirnos en ‘verdaderos’ mineros y bajar a las profundidades de la Tierra. Al adentrarnos en el espacio industrial subterráneo dedicado a la extracción de mercurio, tras dejar atrás la comodidad de nuestro hotel con spa en la provincia de Ciudad Real, nos encontramos con una mina con más de 700 metros de profundidad, de la que se ha recuperado un espacio con las máximas garantías de seguridad para los visitantes.
La zona accesible se corresponde con la primera planta, la de mayor valor histórico, a unos 50 metros de profundidad. Para acceder a la mina es necesario el uso de casco y el uso del mismo ascensor que era utilizado cada día por los mineros a través del montacargas del pozo San Teodoro, construido en el siglo XVIII y llegando a tener una profundidad de 522 metros.
La primera parte de la mina, zona que fue explotada durante los siglos XVI al XVIII, está totalmente revestida de piedra y ladrillo y sirve de antesala para los túneles donde predominan los entablamentos de madera para sujetar los pisos de arriba y evitar los hundimientos. Llegamos entonces a la sala conocida como el Baritel de San Andrés, una especie de iglesia subterránea de una sola planta excavada en el subsuelo, construida a mediados del siglo XVIII, donde contemplaremos un enorme torno de madera que, con la mina en activo, era movido por mulas las 24 horas del día. Transitaremos, durante esta visita, por galerías que discurren de manera literal por debajo del pueblo de Almadén. Y caminaremos también por la denominada galería de forzados, lugar por el que llegaban al tajo, para hacer turnos de 12 horas, los presos de la cárcel.
En busca de la salida, y con la expectativa de volver a nuestro hotel de cuatro estrellas con spa en la provincia de Ciudad Real, utilizaremos un pequeño tren. Antes habremos conocido también Palabra de Minero, un centro dedicado a la memoria y cultura minera de Almadén y a la vida de los mineros.
Ya en el exterior contamos con la reconstrucción de los hornos de Aludeles, los pozos de mina de San Teodoro, San Aquilino y San Joaquín, los antiguos talleres, los almacenes y una importante colección de maquinaria. Finalmente, los amantes de la naturaleza tienen la oportunidad de darse un vuelta por la dehesa de Castilseras, finca de casi 9.000 hectáreas incluida en las Sierras de Almadén-Chillón-Guadalmez, donde conviven especies de aves como el buitre negro, la cigüeña negra o el águila imperial. La finca está atravesada por los ríos Valdeazogues y Alcudia.
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