Si aún no tenemos planes para este fin de semana, una de las mejores alternativas puede ser participar en las actividades programada por el Día Europeo de la Arqueología. Una celebración que nos puede servir de excusa para acercarnos a conocer, ya que es un viaje que tenemos previsto desde hace tiempo, la bonita y acogedora localidad manchega de Valdepeñas, conocida popularmente como la Ciudad del Vino por su innegable vinculación con la DOP Valdepeñas. A menos de una hora en coche desde el hotel con spa en Valdepeñas que hemos escogido como campamento base, está el parque arqueológico de Alarcos, donde el 19 de junio hay prevista una visita guiada entre las 10:30 y las 12:00 horas.
Situado a unos 8 kilómetros de Ciudad Real y a unos 70 de nuestro alojamiento para toda la familia en Valdepeñas, está, en la margen izquierda del río Guadiana, el parque arqueológico de Alarcos, conformado por los yacimientos de Alarcos y de Calatrava La Vieja. Se trata de un oppidum ibérico o ciudad fortificada en altura (permitía controlar el vado del río Guadiana y los pasos hacia Andalucía y Levante, cuyas trazas se conservan y pueden ser visitadas hoy en día, que abarca desde la Edad del Bronce hasta finales de la Edad Media. Y es que, a finales del siglo VI a.C., la cultura oretana estaba totalmente consolidada en Alarcos, alcanzando la ciudad ibérica su máximo esplendor en los siglos IV y III a. C.
Mucho tiempo más tarde, a mediados del siglo XII, el rey Alfonso VIII elige este lugar para llevar a cabo una construcción de nueva planta que contaría con castillo, muralla y foso, una obra que tuvo que ser paralizada cuando las tropas cristianas perdieron en 1195 la batalla de Alarcos y el enclave cayo en manos almohades. La reconquista del lugar en 1212 no supondría un impulso sino una decadencia de lugar, una vez que los intentos de repoblación resultaron fallidos. Por ello, el rey Alfonso X el Sabio decide que la población existente se traslade al lugar conocido como El Pozuelo Seco de Don Gil para fundar en 1255 Villa Real, germen de la actual Ciudad Real.
Las excavaciones llevadas a cabo en este enclave han permitido descubrir parte de la población ibérica, el perímetro exterior del castillo y gran parte de la muralla medieval, lugar donde se ha hallado una fosa común con restos de la cruenta batalla que enfrentó a cristianos y musulmanes. Se trata de uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y extensos de Castilla La Mancha. También merece una visita la ermita de estilo gótico construida entre los siglos XIII y XIV y declarada Bien de interés Cultural en 1980. Es un edificio de planta de cruz latina y tres naves separadas por pilares que soportan ocho arcos apuntados.
A menos de 40 minutos de nuestro hotel de vanguardia en Valdepeñas se halla el yacimiento de la Motilla del Azuer, un espacio fortificado de altos muros, dentro de una tipología de asentamiento único en la Prehistoria de la Península Ibérica, las motillas, unas elevaciones artificiales que se alzan dentro de un espacio completamente llano. Un espacio, emplazado en la vega del río que da nombre al asentamiento. El elemento más destacado es un gigantesco pozo de casi 20 metros de profundidad, catalogado como la estructura hidráulica más antigua de la Península y, muy probablemente, de toda Europa. Con la perforación de las terrazas del río hasta llegar al nivel freático, el pozo satisfacía las necesidades de agua de la población.
Acercándonos ya a Valdepeñas y a nuestro hotel con spa en La Mancha, está el yacimiento arqueológico del Cerro de las Cabezas, una ciudad íbera de la que, hasta el momento, solo se ha descubierto una pequeña parte en la que pueden apreciarse parte de las áreas urbanas y defensivas, mostrando un estilo urbanístico conformado por áreas domésticas, almacenes, santuarios, murallas y torreones, además de las vías que las unían, en un urbanismo organizado en torno a varias avenidas principales que descienden desde las zonas altas del cerro y son atravesadas por calles transversales, formando pequeños grupos de casas. Las murallas son las estructuras más significativas y presentan una gran monumentalidad con alrededor de 1.600 metros lineales construidos.
Además del yacimiento propiamente dicho, el lugar cuenta también un centro de interpretación, conformado por siete salas de diferentes temáticas (Medio Natural, Arqueología Científica, Casa del Alfarero, Arquitectura Monumental, Rito de la Muerte, Arqueología e Informática), en el que el visitante logra adquirir una amplia visión de lo que supuso este emplazamiento urbano en el territorio de la antigua Oretania.
