La propuesta de ocio de estas próximas semanas en la provincia de Ciudad Real es una visita al Sacro-Convento y Castillo de Calatrava la Nueva. Un viaje a la época medieval de la Península Ibérica, a través de esta fortaleza situada en el cerro Alacranejo, perteneciente al término municipal de Aldea del Rey, una pequeña población situada a algo más de 25 kilómetros de Almagro y no muy lejos tampoco de nuestro hotel de cuatro estrellas en Valdepeñas, localidad que nos servirá de campamento-base durante estos días. Frente al castillo, en el término municipal de Calzada de Calatrava, como si se tratase de un claro desafío guerrero, se halla la fortaleza de Salvatierra, de origen musulmán de los siglos X y XI.
El Castillo de Calatrava, al que llegaremos desde nuestro alojamiento en Valdepeñas, compone un impresionante conjunto monumental, impulsado por los caballeros de la Orden de Calatrava entre los años 1213 y 1217, después de la batalla de Las Navas de Tolosa (1212), uno de los episodios clave de la Reconquista, usando como mano de obra a los prisioneros almohades tomados en la contienda. Declarado Bien de Interés Cultural, hay vestigios que muestran que fue un recinto fortificado desde la Edad del Bronce, existiendo noticias posteriores de su uso en el siglo XII por Nuño Pérez de Lara, noble castellano perteneciente a la poderosa Casa de Lara que fue regente, junto a su hermano Manrique, durante la minoría de edad del rey Alfonso VIII.
Este recinto fortificado, a no mucha distancia de nuestro hotel con spa en Valdepeñas, posee más de 45.000 metros cuadrados de superficie y nos muestra unas murallas fabricadas en mampostería, utilizando grandes piedras de cuarcita y argamasa de cal y arena, que fueron levantadas siguiendo el trazado natural de los afloramientos de cuarcita existentes en el cerro. La muralla principal, denominada Segunda Muralla y la mejor conservada, aislaba a Calatrava la Nueva del exterior. Sus muros, con una altura de entre 10 y 14 metros, según la zona, tenían una anchura de 2 m. y una longitud de más de 800 m. Posee tres puertas y dos portillos.
Cuenta también el castillo con una antemuralla, conocida como la Primera Muralla, que protegía los accesos a la muralla principal y que se extiende por la zona sur desde la Puerta del Sol, en dirección este, hasta más allá del Portillo Grande, en la zona norte. Tiene una longitud de unos 500 m., una altura en torno a los 12 m. y un grosor medio de 1,80 m. Contaba con dos puertas, una, por la que aún se accede al castillo, estaba en el este y es conocida como Puerta de los Alarcos; y otra, en la zona norte, de grandes dimensiones y abandonada desde antiguo.
Y, finalmente, una Tercera Muralla, ubicada en el interior del conjunto, y que poseía una longitud de 150 m., una altura alrededor de los 9 m., y una anchura de 1,60 m. Llegó a tener 30 almenas y va desde la fachada de la iglesia hasta las bóvedas situadas bajo los dormitorios. Cuenta con dos puertas, orientadas al norte y al sur, y cuatro torreones cilíndricos. La Cuarta Muralla serían las propias paredes del castillo. Esta impresionante construcción, con funciones defensivas y conventuales, fue utilizada por la Orden de Calatrava como sede central desde 1217 hasta 1804, cuando es abandonada tras su definitivo traslado a Almagro, localidad que también podemos visitar desde nuestro alojamiento en la provincia de Ciudad Real.
Las diferentes murallas, además de su uso defensivo, servían para separar los distintos tejidos sociales que habitaban en la fortaleza. Entre la primera y la segunda existía un gran poblado donde vivían los campesinos; entre la segunda y la tercera se encontraban los maestros artesanos; el espacio entre la tercera y la cuarta estaba reservado al clero, contando con la iglesia, el claustro y el cementerio; y la cuarta, donde vivían los calatravos y donde guardaban sus tesoros más preciados, como su biblioteca.
COPYRIGHT © Hotel & Spa Veracruz Plaza - TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS