Nadie puede negar la importancia que en España tiene la festividad del Corpus Christi en lugares como Toledo o Sevilla. Grandes procesiones que reúnen en las calles a miles de personas. Pero hay otra manera de vivir esta conmemoración cristiana. Una forma más intimista, más cercana, con una menor dimensión en su tamaño, pero con el mismo fervor religioso. Esta posibilidad es la que nos ofrece el Corpus de Valdepeñas, donde además podremos disfrutar de un alojamiento de cuatro estrellas para toda la familia y de unos días de ocio y descanso que nos resultarán inolvidables.
El Corpus es festivo en la conocida como Ciudad del Vino, apelativo que le otorga su condición de cuna de la DOP Valdepeñas, aunque la procesión, bajo la atenta mirada de cientos de valdepeñeros y visitantes y el característico aroma del hinojo, se llevará a cabo el domingo 19 de junio de 2022. El cortejo, del que formarán parte todos las personas menores que han hecho la comunión a lo largo de este año, además de las hermandades de la localidad, parte de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, muy cerca de nuestro hotel con spa en Valdepeñas, y recorre las calles Real, Pintor Mendoza, Unión y Escuelas antes de regresar al interior del templo.
Como parece lógico, el Corpus es solo una excusa, muy interesante por otra parte, para acercarnos a descubrir, o a redescubrir aquellos que ya hayan estado en alguna ocasión, una ciudad llena de encantos, donde podemos alojarnos en un hotel de cuatro estrellas en el centro de Valdepeñas, y cuyas gentes reciben con los brazos abiertos a quienes los visitan. Se trata de una de los lugares más importantes e interesantes de Castilla La Mancha, esa tierra por la que transitó en busca de aventuras el inigualable hidalgo don Quijote de la Mancha, nacido de la brillante mente de Miguel de Cervantes.
El caballero andante es el acompañante elegido para salir a pasear las calles. Junto a don Quijote empezaremos a recorrer la ruta de las esculturas para acercarnos a las figuras de su escudero Sancho Panza, de su caballo Rocinante o su amada Dulcinea del Toboso, y asistir a escenas como la vela de armas en la posada que el hidalgo de la triste figura confunde con castillo, el manteo en ese mismo lugar del inocente Sancho o la inolvidable batalla contra los gigantes que no eran sino molinos de viento. Dejaremos al personaje de Cervantes para, siguiendo esa misma ruta de las esculturas, revivir los momentos de la historia que han marcado el devenir de esta localidad y la idiosincrasia de sus vecinos o conocer a algunos de los más ilustres valdepeñeros.
Y como ya hemos hablado de molinos, merece la pena acercarse desde nuestro alojamiento de vanguardia en Valdepeñas a conocer el Museo de los Molinos, abierto en 1982 en unos terrenos que Gregorio Prieto, una persona que dedicó toda su vida al cuidado y promoción de estas singulares construcciones manchegas, cedió al Ayuntamiento. El edificio sigue los patrones arquitectónicos imperantes en la zona durante los siglos XVI y XVII. El patio central rinde homenaje a los vecinos que lucharon por la libertad y la independencia el 6 de junio de 1808 frente a las tropas de Napoleón. Las salas de la planta baja están dedicadas en su integridad al mundo de los molinos y en la primera planta se halla el legado de Eusebio Vasco, que nos sirve para revisitar la historia de Valdepeñas.
Muy cerca encontramos el Molino del ya mencionado Gregorio Prieto, considerado el más grande del mundo por su impresionante tamaño. Su interior alberga, gracias a la asociación de folclore Raigambre, un pequeño museo de las tradiciones, con trajes, joyas, mobiliario… que muestran la manera en que vivían los manchegos de los siglos XVIII y XIX. Y de ahí, al Museo de su Fundación, instalado en una casa solariega del siglo XVII y que contiene una colección compuesta por más de 5.000 obras, entre ellas algunas de artistas tan importantes como Picasso, Matisse, Chagall, Bacon…, y dibujos originales de Federico García Lorca o Rafael Alberti.
Finalmente, desde nuestro hotel de cuatro estrellas con spa en el centro de Valdepeñas, nos asomamos a la Plaza de España, que cuenta con la peculiaridad de tener pintadas sus fachadas de color azul y blanco. En el centro encontramos una fuente que data de 1926 y que representa una prensa de vino rodeada de ángeles y del pez Tritón, simbolizando la unión entre el agua y la vida. Uno de sus ángulos lo cierran el edificio de la Casa Consistorial y la iglesia de la Asunción.
Los orígenes del templo se remontan a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, siendo en un principio parte de la fortaleza de los Caballeros de la Orden de Calatrava. Cuenta con varias puertas, siendo la Puerta del Sol, de estilo gótico-florido isabelino y dedicada a la Asunción, la que permite la entrada desde la Plaza de España. En esta misma parte de la fachada también puede verse la Puerta de los Catecúmenos, de posible origen románico, y el reloj de sol. En la fachada que da a la Plaza de la Constitución está la Puerta de San Lorenzo o de la Umbría. La torre es de planta octogonal, destacando su gran campanario y el chapitel.
